Katherina Goregliad Torres

Psicóloga- Terapeuta

¿Qué factores le impiden a una mujer divertirse sola?

No existen factores que impidan a la mujer divertirse sola; los límites los ponemos nosotras mismas. El divertirnos solas no es una tragedia. La soledad no debe entenderse como infelicidad. Permite el encuentro y rencuentro de uno mismo. El problema está en verla como un factor negativo o. generarnos falsas creencias o sentimientos de culpa. Lo primordial es disfrutarnos en nuestra individualidad.

¿Esto puede afectar su felicidad?

La felicidad se construye, en primer lugar, en uno mismo. No radica, necesariamente, en el otro, sino en la satisfacción personal que logremos a través de nuestras acciones.

Si vamos más allá, y se crean esquemas donde la felicidad únicamente la encontraremos en el otro, habremos perdido nuestra esencia como persona. Debemos pensar en la felicidad como: amor/estabilidad/ (tú) espacio. Por lo tanto, cuando nos identificamos con estos tres factores, nos habremos descubierto como mujeres.

¿Cómo romper los tabúes  y aventarse a hacer cosas solas?

Nuestra sociedad ha creado tabúes y estereotipos. Se piensa que una mujer sola a “fracasado” como persona, cuando esto no es así. Una mujer sola es quien aprendió a equilibrar su “yo”. Es quien – por decisión propia – disfruta su espacio para generar otros que le brinden satisfacción sin la dependencia de un tercero. Ejemplos de cosas solas que hacemos las mujeres son muchos: ir de compras, salir con amigos o amigas, ir a bailar, capacitarnos académicamente, destacar laboralmente, etc. Cualquier tabú limita a la persona a desarrollarse.

¿Cómo le ayuda a una mujer independizarse?

Debemos partir de la inminente y triste realidad. Estamos en una sociedad con marcados rasgos machistas, es decir, se ha puesto en la palestra al hombre como actor principal. Hay frases duras como: “detrás de un buen hombre hay una buena mujer”, a lo que me pregunto: ¿por qué detrás y no al lado de éste?

A partir de esta idea, donde el machismo crea parámetros de discriminación hacia la mujer solo por haberse independizado, se cree que hará de su libertad un libertinaje. Si la mujer se independiza es juzgada socialmente, pues no puede salir de la casa de los padres si no es de la mano del esposo y de blanco. El independizarse es el momento cumbre de toda mujer que ha decidido conocerse a sí misma; es cuando la soledad juega un rol trascendental como aquel elemento que me permite saber cuáles son mis defectos y virtudes a cabalidad, así como también mis límites.

¿Es necesario hacerlo? ¿Cómo saber que una está preparada para ese momento?

Por supuesto que es necesario hacerlo si realmente quiero descubrirme. No hay un momento exacto. No se puede hablar si la edad adecuada para independizarnos es a los 18 o a los 30 años. Considero que las mujeres debemos actuar cuando tengamos la fortaleza emocional para enfrentarnos a nosotras mismas.

Quizá un ejemplo que sirva, para entender o darnos cuenta de cuándo podemos independizarnos, es: a) cuando reclamamos intimidad b) cuando queremos ser partícipes de las decisiones que se toman en el hogar, es decir, queremos ser escuchadas. Si no sentimos estas necesidades, aún no estamos preparadas para independizarnos.

¿Los viajes qué beneficios puede traer a su vida?

Los viajes son elementos de ocio y/o distractores. Muchas veces he viajado sola, disfrutado los momentos, valorando otras costumbres y creencias, es decir, me retroalimento con la experiencia.

Ahora bien, un beneficio que traen los viajes es el que en ellos podemos “reinventarnos como mujeres”. En estos momentos, generamos un impulso de cambio frente a diversos problemas que uno puede estar atravesando. Sacamos fuerza de voluntad para salir adelante. Durante el viaje meditaos nuestra individualidad.

¿Qué consejos le daría a una mujer que quiera ir a un bar, a un cine, a cenar, sola?

Que disfrute de la vida. Aunque suene trillado, no sabemos si después de esta vida haya otra. No debemos privarnos de aquellos momentos que pueden llenar nuestros vacíos. Como mujeres debemos romper el “qué dirán” o el “cómo me verán”. Si deseamos ir a un bar, bebemos un delicioso licor. Si vamos al cine optaremos por la película que nos guste. Si queremos cenar, también podemos prepararnos una cena romántica a la luz de las velas. Es estar sola, es un estado que me permite encontrarme y saber quién soy. Es el amor que encuentro en mí misma. Citando a André Comte, diremos que: “El amor y la soledad van siempre juntos: no son dos contrarios, sino dos reflejos de una misma luz, que es la vida”.